viernes, 6 de junio de 2008

Un poco más de un cuarto de siglo...

En un poco más de un cuarto de siglo ejerciendo la abogacía es mucho lo que tengo que agradecer a mis maestros del ejercicio profesional, Jaime y Emilio Martínez Garbino.
Una forma de hacerlo es la que he adoptado hace mucho, de enseñar lo que sé de esta profesión a las y los jóvenes que se acercan para ello.
Todos, sin excepción, han sido brillantes aprendices y varios han superado mi propia capacidad, máxima aspiración de cualquiera que quiera enseñar.
Hace cinco años empezamos a formar un equipo de profesionales jóvenes, que tengan como meta el constante aprendizaje, la irrenunciabilidad al estudio, la seriedad en el trato de los procesos y -sobre todo- una honestidad intachable en la defensa de los intereses que se nos confían.
Esos jóvenes, los doctores Araceli Gaitán y Juan Carlos Rodríguez, son mi mayor orgullo. Ellos ya están maduros para seguir por sí solos su camino, y sin embargo seguimos juntos, acaso más unidos cada vez.
Su dedicación, lealtad y probidad permiten también que cumpla mis sueños en otros terrenos, como la política y el periodismo. Porque yo estoy convencido, como me enseñara Oscar Alende, que la lucha por los ideales es lo único que justifica nuestro efímero paso por la Tierra.
Supongo que por mis socios, y muchos amigos más, haré realidad cuando ya no esté en esta Tierra lo que decía Homero Manzi: que mi nombre resuene en sus oídos como si fuera un dulce rezo.
Julio Majul